La pandemia de coronavirus ha aumentado los riesgos de corrupción y amenaza con restringir aún más el espacio para la participación ciudadana. CoST se suma a esas voces que llaman a los gobiernos a que mantengan y fortalezcan y protejan las medidas anticorrupción  y, cuando sea posible, amplíen el espacio para la contraloría ciudadana.

La pandemia ha sido indiscriminada y se ha propagado rápidamente dando como resultado graves efectos socioeconómicos en todo el mundo. Los gobiernos han tomando medidas urgentes y decisivas para frenar su propagación, proteger a los más vulnerables y brindar asistencia sanitaria a los enfermos. Parte de las estrategias ha sido principalmente la habilitación de nuevas instalaciones (levantamiento de infraestructura) de salud pública y compra equipos y suministros médicos.

Sabemos por crisis anteriores, como por ejemplo el huracán Katrina en Estados Unidos en 2005 y el brote de ébola de 2014 en África, que la velocidad de la respuesta puede socavar los mecanismos de responsabilidad e impulsar la corrupción, la mala gestión y la ineficiencia. Por lo tanto, es esencial que los gobiernos:

• Divulguen datos sobre gasto público utilizando estándares de datos establecidos.
• Establezcan mecanismos de supervisión de múltiples partes interesadas para analizar la toma de decisiones.
• Eliminen las barreras o fortalecer los espacios para contraloría ciudadana donde estos ya existen.
• Involucren activamente a diversidad de partes interesadas en la gestión de crisis (diálogo).

Nuestra respuesta a la crisis.

CoST está trabajando en 19 países para apoyar la divulgación y validación de datos sobre inversión pública y pública-privada en infraestructura. Esto a su vez permite a las partes interesadas, como la sociedad civil, los medios de comunicación y los ciudadanos, pedir cuentas a los responsables de la toma de decisiones. El aumento resultante en la transparencia y la rendición de cuentas ayuda a reducir la corrupción y la mala gestión, asegurar importantes ahorros de costos del gasto público y mejorar la calidad de la infraestructura y los servicios esenciales .

Nuestro enfoque inmediato es apoyar a los miembros de CoST para mantener su propia seguridad y garantizar que continúen las actividades en apoyo de la divulgación de datos y la responsabilidad. CoST Afganistán, por ejemplo, está brindando capacitación electrónica al gobierno y al sector privado y, para aquellos que no tienen suficiente ancho de banda, el contenido de la capacitación se envía de manera segura a sus hogares mediante dispositivos USB.

También alentamos a los miembros a identificar oportunidades para apoyar la respuesta nacional a la crisis en sus países. En algunos países esto ya está sucediendo, como en Honduras, donde el presidente Juan Orlando Hernández anunció recientemente planes  para aplicar el enfoque CoST en la construcción de hospitales y centros de atención.

En el mediano plazo, el énfasis pasará del impacto inmediato de la crisis a enfrentar la crisis económica, que ahora parece una consecuencia inevitable. Es probable que haya gasto público para abordar la subinversión crónica en infraestructura social que ha estado tan dramáticamente expuesta por la crisis. La inversión en infraestructura también puede formar parte de los paquetes de estímulo destinados a promover el crecimiento y surgimiento de nuevos empleos.

Aquí es donde las iniciativas de transparencia como CoST pueden desempeñar un papel clave, para ayudar a deshacerse del desperdicio innecesario en la inversión debido a la corrupción y la mala gestión. Combatir estos problemas no solo ayudará a mitigar el impacto de la crisis económica, sino que mejorará la resistencia de la infraestructura y los servicios esenciales que preparará mejor a los países para una recuperación económica eficiente.

Fuente: CoST Internacional http://infrastructuretransparency.org/

 

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